El Ministerio de Sanidad y las comunidades debatirán la semana que viene la nueva estrategia de vigilancia y control de la covid, que pasa por una nueva manera de gestionar el aislamiento de los casos positivos leves y asintomáticos, la realización de pruebas o la distancia de seguridad.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades debatirán la semana que viene la nueva estrategia de vigilancia y control de la covid, que pasa por una nueva manera de gestionar el aislamiento de los casos positivos leves y asintomáticos, la realización de pruebas o la distancia de seguridad. Así lo ha explicado el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al término de las Jornadas del Sistema Nacional de Salud sobre Vigilancia en Salud Pública que arrancaron ayer en Zaragoza y en la que Ministerio y comunidades se han comprometido a reforzar y modernizar los sistemas de vigilancia de salud pública. Madrid ha tratado de poner sobre la mesa el inicio de la relajación de mascarillas en interiores, que entiende que deben restringirse a entornos como hospitales, residencias y transporte público. Sin embargo, la ministra ha aclarado en la reunión, según Escudero, que el asunto deberá tratarse antes en los órganos técnicos de la ponencia de alertas y la Comisión de Salud Pública, aunque no ha especificado las fechas. La ponencia tiene prácticamente culminada su propuesta sobre el nuevo escenario de transición en el que debe moverse el control de la covid-19, en la que no han abordado el uso de las mascarillas, que está regulado por real decreto: la última vez que lo modificó el Gobierno fue el pasado 8 de febrero, cuando se levantó su obligatoriedad en exteriores. García Escudero considera que hoy era momento de iniciar el debate sobre liberar la utilización de mascarillas en interiores, y también de «empezar a tomar decisiones sobre distancias, aislamientos, utilización de las pruebas diagnósticas, protección de vulnerables». Aunque sobre esto último, que sí forma parte de la discusión de la ponencia de alertas, la ministra se ha remitido a este órgano «para que la semana que viene se pueda llevar a la Comisión de Salud Pública». «No podemos seguir manteniendo los mismos modelos de vigilancia de medidas restrictivas porque esta ola es distinta»: a diferencia de las anteriores, hay «elevadísimas cifras de vacunación» y la incidencia ha pasado a ser un indicador más, pero «lo que nos tiene que marcar a la hora de tomar decisiones es el número de procesos agudos y camas de hospitalización y uci», ha dicho. En este sentido, el consejero ha recordado que «llevamos ocho semanas en descenso permanente», con lo que «lógicamente, la situación para el análisis y la toma de decisiones tiene que ser distinto. Es lo que hemos planteado al Ministerio con poco éxito -ha afirmado-, pero insistiremos porque la situación ahora ha cambiado y las decisiones se tienen que tomar orientadas en otro sentido». EFE ada/jdm

Por