Las vacunas de Pfizer y Moderna, basadas en la tecnología de ARN mensajero, son las que muestran una mayor eficacia frente al Covid en población que no ha pasado previamente la enfermedad. Además son las que generan unos anticuerpos más duraderos. Y en cuanto a la aparición de acontecimientos adversos tras la vacunación, Pfizer es el tipo de inmunización que menos notificaciones provoca, según el estudio “Seguridad y Seroprevalencia en población vacunada frente a la COVID-19 de la Red de Farmacias Centinela de Castilla y León” que se ha presentado este viernes en el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. En la investigación, que se ha desarrollado en dos fases (julio y noviembre de 2021), han participado 3.875 ciudadanos a través de 121 farmacias de Castilla y León.

El objetivo de estudio, el primero de estas características que se pone en marcha desde la red de farmacias, ha sido conocer en profundidad lo que ocurre en la población general vacunada y poner en porcentajes la respuesta de anticuerpos y su duración. También ha permitido registrar acontecimientos adversos, identificar el protocolo de vacunación más seguro y eficaz, y conocer cómo factores como la edad, el protocolo de vacunación o haber pasado previamente la enfermedad influyen en la respuesta inmune o en su duración. Una de las principales conclusiones, en palabras de José Luis Nájera, secretario del Consejo de Colegios Profesionales Farmacéuticos de Castilla y León (CONCYL), miembro de la comisión de seguimiento de la Red de Farmacias Centinela de CyL y uno de los autores del proyecto encargado de presentar el estudio, es que «haber pasado el Covid genera un efecto potenciador de la respuesta y la duración de anticuerpos».

Los datos de este estudio confirman que todas las vacunas administradas en España son seguras y eficaces en la población general. Sin embargo, la respuesta inmunitaria que generan no es constante, no se mantiene en el tiempo y depende de diferentes variables, como es el protocolo de vacunación o la edad de los individuos.

En concreto, la investigación ha permitido determinar que, en personas que habían pasado previamente la infección, la vacuna más eficaz fue Moderna, que consiguió desarrollar anticuerpos en un 100% de los vacunados, seguida de AstraZeneca (98,4%), Pfizer (97%) y Janssen (81,8%). Sin embargo, en las personas que no han pasado la enfermedad, el porcentaje de eficacia se sitúa en el 90%-91% en las vacunas de ARNm, pero cae especialmente en AstraZeneca (68%) y Janssen (46%). En personas no expuestas al virus con anterioridad, la combinación de vacunas basadas en vectores virales con otras de ARNm generó anticuerpos en un 91% de los ciudadanos.

La edad también influye en la respuesta de anticuerpos, sobre todo con las vacunas de adenovirus. Más del 80% de los vacunados con Pfizer o Moderna mantienen una respuesta de anticuerpos estable en todos los grupos de edad, incluso por encima del 90% en los menores de 50 años. Por el contrario, la respuesta es significativamente menor, por debajo del 80% en los pacientes que recibieron vacunas de AstraZeneca o Janssen, y disminuye cuanto más joven es la población, hasta el punto de que en el rango de 18 a 40 años, menos del 50% de los vacunados con vacunas basadas en vectores virales mantienen una respuesta de anticuerpos estable.

Asimismo, la investigación determina que la exposición al virus influye de forma significativa en la duración de la respuesta. En los individuos que han pasado la enfermedad, la inmunidad que proporcionan las vacunas se mantiene de forma estable en el tiempo, hasta 11 meses en el caso de las de ARNm (Pfizer y Moderna) y 8 meses en el caso de las vacunas basadas en vectores virales (AstraZeneca y Janssen).

Por el contrario, en los individuos que no han pasado previamente el Covid-19, las vacunas disminuyen su eficacia en la producción de anticuerpos a partir de los 6-7 meses para las vacunas de Pfizer y Moderna y a partir de los 3-4 meses para los inmunizados con AstraZeneca y Janssen.

En cuanto a la seguridad, el estudio indica que el protocolo de vacunación, la edad o el sexo también influyen en los acontecimientos adversos notificados. En general, ser mujer y de edad joven supone más riesgo de sufrir una reacción adversa. En total se produjeron 4.100 registros de acontecimientos adversos en población vacunada: 1,82 por paciente. «La mayoría conocidos, descritos, transitorios y leves», señala Nájera. Solo se detectaron dos reacciones graves: un síndrome Guillain-Barré y una neuritis aguda.

Pfizer fue la vacuna que menos acontecimientos adversos generó (1,1 efecto adverso por persona) incluso con dos o tres dosis, seguida de Janssen/AstraZeneca (2), Moderna (2,9) y la combinación de vacunas (3,8).

Destaca también el dato de que la tercera dosis de vacuna mejora la respuesta en los individuos vacunados, independientemente de si han pasado previamente la enfermedad o no. Este punto seguirá siendo analizado por la Red de Farmacias Centinela de Castilla y León para su valoración cuando se hayan producido periodos más extensos de inmunización.

«La especial condición de las farmacias permite desarrollar estrategias sanitarias de este tipo, con información temprana y verificada, de gran valor en Salud Pública», ha señalado Nájera.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ha destacado durante la presentación del estudio, la importancia de la red de farmacias en la vigilancia de la Salud Pública: «Somos una mayores infraestructuras y redes de talento sanitario de España y queremos ponerla al servicio de la sociedad. Es fundamental integrar a las farmacias en la Red de Vigilancia de Salud Pública, además de en programas de cribado, detección precoz o educación sanitaria».

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