Niños Sordos en Andalucía: Excluidos de Becas Educativas Cruciales
Exclusión de Becas Educativas para Niños Sordos en Andalucía
El Ministerio de Educación ha vuelto a enfrentarse a la crítica de las familias de niños sordos en Andalucía, quienes denuncian que sus hijos son excluidos de las becas y ayudas al estudio debido a un requisito injusto y discriminatorio. Desde 2020, el gobierno ha establecido que solo aquellos alumnos que estén en posesión de un certificado con un grado de discapacidad igual o superior al 25% pueden acceder a estas ayudas. Esta política ha dejado al margen a miles de familias que necesitan recursos adicionales para apoyar el desarrollo educativo de sus hijos.
Familias y Asociaciones en Acción
La Confederación Española de Familias Personas Sordas, la mayor plataforma de representación de las familias de personas sordas en Andalucía, ha llevado años demandando la restitución del criterio que estuvo vigente hasta 2020. Este criterio permitía que las administraciones educativas acreditaran la presencia de necesidades especiales y que ello fuera suficiente para ser beneficiario de las ayudas del Ministerio de Educación. Las asociaciones critican que el actual sistema excluye a niños que, aunque no alcanzan el 25% de discapacidad, sí presentan necesidades educativas especiales reconocidas.
Necesidades Educativas Especiales en Andalucía
En Andalucía, el 5,1% del alumnado en centros ordinarios presenta algún tipo de Necesidad Educativa Especial (NEE). Este porcentaje incluye a niños con necesidades auditivas, quienes precisan recursos de apoyo como terapia de logopedia, psicopedagogía o psicología para desarrollar parte de sus destrezas. Las provincias con mayor número de alumnado con NEE son fundamentalmente Sevilla con un 27,9%, Málaga con un 18,8%, y Cádiz con un 13%.
Gastos y Ayudas Insuficientes
El gasto que supone para las familias las terapias necesarias para estos niños varía en función del diagnóstico, pero suele rondar entre los 3.000 y los 4.500 euros por curso. Un alumno con hipoacusia precisa de dos a tres horas de apoyo extraescolar a la semana, que incluye distintos tipos de terapias. Sin embargo, las familias asumen estos gastos en solitario ya que sin el certificado de discapacidad están al margen de cualquier tipo de ayuda económica pública.
Ayudas Insuficientes
Existen dos tipos de ayudas a los que se podrían adherir estos alumnos en caso de que las demandas del colectivo fueran atendidas por el Ministerio: una de ayuda al lenguaje y otra de ayuda pedagógica. Ambas ayudas tienen un importe de 913 euros cada una. Sin embargo, los niños con sordera precisan ambas terapias, por lo que una familia podría acceder a una beca de 1.826 euros por curso. Esta cuantía está congelada desde hace años y no cubre la totalidad de los recursos necesarios.
Consecuencias de la Exclusión
La exclusión de estos niños de las becas y ayudas tiene consecuencias graves en su educación. Sin los recursos adecuados, estos menores pueden enfrentar dificultades significativas para desarrollar sus habilidades académicas y sociales. Las familias deben sufragar íntegramente estos gastos, lo que puede ser una carga económica significativa.
Llamado a la Acción
Las asociaciones y familias afectadas están llamando a la acción para que el Ministerio de Educación revise su política actual. Exigen que se elimine el criterio excluyente y se permita que las administraciones educativas acrediten la presencia de necesidades especiales, independientemente del grado de discapacidad. Esto garantizaría que todos los niños con necesidades educativas especiales puedan acceder a las ayudas necesarias para su desarrollo integral.
Conclusión
La exclusión de niños sordos de las becas y ayudas al estudio en Andalucía es un tema crítico que requiere una solución urgente. Las familias y las asociaciones están trabajando incansablemente para que se revisen las políticas actuales y se garanticen los derechos educativos de todos los niños, independientemente de sus necesidades especiales. La justicia y la equidad deben ser los principios que guíen la política educativa, asegurando que todos los niños tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.