Ana Burgueño
Tabacalera dejó repartidos por varias ciudades edificios fabriles en desuso que se han aprovechando para otros fines. En San Sebastián, Tabakalera, con «k», se ha transformado en un gran contenedor cultural, donde confluyen entidades como el Festival de Cine, la Filmoteca Vasca y la Escuela de Cine Elías Querejeta.
Los beneficios de esta alianza son «indudables», asegura en una entrevista con EFE la directora general de Tabakalera, Edurne Ormazabal, sobre este enorme espacio de 37.000 metros cuadrados, que también dispone de un hotel y un restaurante.
El Instituto Etxepare -el Cervantes vasco-, la Fundación Kutxa y la asociación Zineuskadi, que tiene entre sus miembros a organizaciones de productores cinematográficos, son otras instituciones que conviven en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea donostiarra (CICC), cuya gestación y arranque estuvieron acompañados de más de una controversia.
Ormazabal se puso al frente de Tabakalera en enero de 2018. Habían transcurrido más de dos años desde su inauguración, que tuvo lugar en septiembre de 2015 y a la que siguió un periodo de rodaje en el que la comunicación sobre lo que acontecía en el nuevo centro no fue precisamente su punto fuerte.