El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes, coincidiendo con el Día Internacional de las Mujeres que se conmemora el 8 de marzo, el Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía para el periodo 2022-2028, una estrategia que «diseña por primera vez un marco de trabajo común para todas las consejerías de la Junta, las entidades locales y las universidades públicas, con el reto de reducir las desigualdades y las brechas de género en la comunidad autónoma«.

Así lo ha expuesto el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que también ha aprobado una declaración institucional en la que reivindica a las andaluzas como «parte esencial de la construcción política, económica, cultural y social de Andalucía. Las mujeres han sido, son y serán partícipes fundamentales del progreso de esta tierra».

Esta declaración hace un llamamiento a vivir un 8M «para el recuerdo», que sea historia «por la unión, la fraternidad y la sororidad de todas y todos para alzar la voz contra los discursos negacionistas y los discursos de odio que atentan contra los Derechos Humanos de mujeres y niñas», con el objetivo de conseguir una Andalucía más igualitaria y libre de violencias machistas.

El presidente andaluz ha detallado que el plan de igualdad vigente en la Junta «caducó en 2013» y ha reconocido que «sólo dos consejerías lo habían desarrollado».

El Plan Estratégico aprobado este martes se plantea como principal reto «lograr una estrategia de igualdad plena y efectiva que sirva para alcanzar esa democracia paritaria en la que se supere cualquier tipo de discriminación».

Cinco ejes
El plan, elaborado por el
Instituto Andaluz de la Mujer,
se articula en cinco ejes fundamentales, que son los de gobernanza, cuidados y sostenibilidad de la vida, representación y poder, espacio productivo igualitario y sociedad libre de violencias machistas.

Bajo este marco general se proporcionan unos objetivos y líneas que actúan de «guía y brújula», así como unas herramientas para facilitar y orientar la acción en materia de igualdad a los poderes públicos de Andalucía, «desde la mayor flexibilidad y autonomía» para que estos agentes definan sus propios planes de igualdad, con sus recursos y en sus ámbitos competenciales con cargo a sus propios presupuestos.

Para elaborarlo se han analizado 13 áreas -población, educación, investigación e innovación, empleo, renta y pensiones, conciliación y corresponsabilidad, economía y empresa, salud, políticas sociales, poder y representación, cultura y ocio, ruralidad, voluntariado y medio ambiente, deporte y nuevas tecnologías y medios de comunicación-, y «en todas se han detectado brechas de género».

El nuevo instrumento pone el foco en los distintos ámbitos en los que resulta necesario actuar de forma global y estructurada a través de principios rectores como la transversalidad de género, la eliminación de las brechas de género, el empoderamiento de las mujeres o el impulso de la igualdad en el acceso al poder.

Desafíos
Algunos de los «desafíos» de los próximos años son, según la Junta, «la eliminación de la desigualdad en el empleo, ya que hay que promover la igualdad en el mercado laboral, tanto en el acceso, la permanencia, las condiciones del empleo de las mujeres que sigue siendo temporal, parcial y precarizado; el fomento de la participación social, política, cultural y económica de las mujeres y el acceso al poder«, y la garantía de la protección social »con el propósito de seguir trabajando para erradicar todas las violencias machistas y evitar la feminización de la pobreza«.

También, «el cambio de las estructuras sociales que mantienen las desigualdades, dando importancia a la sociedad de los cuidados y de la vida, trabajando en conciliación y corresponsabilidad, y modificando los prejuicios, estereotipos y modos relacionales instaurados mediante un aprendizaje de siglos; y, entre otras, el abordaje la necesidad de aplicar un enfoque interseccional para dar respuesta a las mujeres que sufren discriminación múltiple, como las del ámbito rural, las mujeres gitanas, las migrantes, las mujeres lesbianas o las mujeres trans».

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