Ya veremos la capacidad de lucha que tienen los ucranianos, pero una ocupación prolongada puede ser ocasión de un profundo desgaste
A largo plazo, lo más probable es que para Rusia la invasión de Ucrania suponga una derrota. Pero el mundo, especialmente Europa, será muy diferente de lo que ha sucedido esta semana. Putin, desde la invasión de Georgia, tiene la voluntad de reconstruir la desaparecida Unión Soviética. Es el sueño de muchos rusos. Todos sabemos cómo acabó la Unión Soviética. Moscú fue haciéndose enemigos y debilitándose económicamente en una carrera militar que no podía sostener.Ya veremos la capacidad de lucha que tienen los ucranianos. Pero una ocupación prolongada puede ser ocasión de un profundo desgaste. Las sanciones económicas, que ahora nos pueden parecer poca cosa, irán haciendo mella. Putin, al resucitar a la Unión Soviética, ha resucitado a la OTAN y el significado del vínculo atlántico. Ahora tiene un objetivo es claro: evitar que las tropas rusas crucen las fronteras exteriores de la UE.Todo esto exige un replanteamiento profundo del modelo de seguridad para Europa. Estados Unidos estaba convencido hasta hace unos meses de que Europa había perdido interés geoestratégico en favor de Asia. Ahora se hace necesario defender a Europa, algo que no puede hacer por sí sola. Los europeos de las dos últimas generaciones nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo en paz que ya no existe. Y se hace necesario recuperar y cuidad el valor de la democracia. Posiblemente, vamos a asistir a una avalancha de refugiados, y ya sabemos que los populismos siempre utilizan la llegada de extranjeros para ganar espacio y votos.

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