El Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) ha apostado este lunes por retirar las mascarillas en el interior de las aulas e instar a los padres a inmunizar a los menores con la vacuna por ser el instrumento «más efectivo» para poner coto a la pandemia. El colectivo respalda así la propuesta presentada por la Asociación Española de Pediatría
(AEP), que aboga por eliminar el uso de este elemento de protección de manera progresiva desde finales de este mes de febrero.
Desde el pasado día 10, en Andalucía ya no son obligatorias durante los recreos y en las clases de Educación Física que se realizan en el exterior, pero los facultativos creen que ha llegado el momento de plantear su retirada también en el interior. Si bien, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía considera la medida «prematura», dado que los grupos etarios que presentan más incidencia son precisamente los de edad escolar.
«Celebramos que los niños puedan jugar en el patio sin mascarillas y consideramos que las autoridades deben valorar la posibilidad de retirar las mascarillas en la clase siempre y cuando haya una ventilación adecuada y la situación epidemiológica lo permita», apunta el pediatra y presidente del Colegio de Médicos, Pedro Navarro.
La implementación de esta medida, tal y como se recoge en el documento presentado por la AEP, tendría lugar entre el próximo lunes 28 de febrero y la segunda semana de mayo, con el objetivo de que los alumnos finalicen el curso sin mascarillas. De esta forma, se aplicaría el siguiente calendario, dividido en ciclos y etapas educativas:
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Primero y segundo de primaria: a partir del lunes 28 de febrero (en Andalucía sería desde el martes 1 de marzo).
– Tercero y cuarto de primaria: a partir del lunes 14 marzo.
– Quinto y sexto de primaria: a partir del lunes 28 marzo.
– Educación Secundaria Obligatoria (ESO): a partir del lunes 25 abril.
– Bachillerato: a partir del lunes 9 de mayo.
Desde el Colegio subrayan, además, que «no se puede dejar al margen» la vacunación, por ser «una de las medidas más efectivas para frenar la pandemia». En este sentido, animan a las familias a inmunizar a sus hijos menores de 12 años y recuerdan que son instrumentos seguros, que salvan vidas y «han sido probadas siguiendo todas las fases».
Para el doctor Pedro Navarro, la comunidad educativa, incluidos los niños «han tenido un comportamiento admirable» durante la pandemia y desde el colectivo profesional consideran que las autoridades deben buscar respuestas a la situación sanitaria actual y «revisar medidas que pueden ser ya innecesarias».
La institución destaca que hay que «priorizar a la población vulnerable, especialmente a los pacientes con enfermedades infecciosas» y en palabras de su vicepresidente segundo, el doctor José Antonio Trujillo, «los responsables políticos deberían llevar a cabo todas las medidas necesarias para
fortalecer el sistema sanitario en su conjunto».
Los médicos consideran que se han de revisar medidas que «pueden ser ya innecesarias»
Asegura que los recursos de los que se dispone actualmente «no son suficientes para responder a la pandemia actual ni a las que puedan aparecer en el futuro», y que la estructura actual de la mayoría de los hospitales del sistema sanitario público tiene dificultades para garantizar que los pacientes vulnerables con patología infecciosa trasmisible sean ingresados de forma preferente en habitaciones individuales con condiciones de bioseguridad adecuadas.
En el documento ‘Evitar lo innecesario y proteger a la población vulnerable’ el Commálaga recoge dos pilares básicos en los que se basa el actual posicionamiento propugnado tanto por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y otros autores y organismos internacionales.
En primer lugar, consideran que la variante Ómicron «puede producir enfermedad grave e
n personas no vacunadas, incompletamente vacunadas y en pacientes vulnerables», es decir aquellos con edad mayor de 65 años, personas con enfermedades debilitantes crónicas, inmunodeprimidos, cáncer en tratamiento, síndrome de Down mayores de 40 años y embarazadas.
Propuestas
Por ello, defienden que sea en estos grupos de población en los que deba centrarse «el esfuerzo preventivo, diagnóstico y terapéutico», puesto que la contagiosidad de la variante Ómicron es de tal magnitud «que hace muy probable que la mayoría de la población acabe infectada».
Entre las propuestas que plantean están la realización pruebas diagnósticas de SARS-CoV-2 previas a procedimientos;
replantear la duración de las medidas de aislamiento de los pacientes ingresados con Covid-19 basadas en criterios clínico-temporales, más que en pruebas microbiológicas, y recomendar
que el personal sanitario use mascarillas tipo FFP2 para la atención a todos los pacientes, así como restringir el uso de equipos de protección individual (EPI).
Además, abogan por obviar las pruebas diagnósticas de PCR en casos leves de personas no vulnerables para aprovechar mejor los recursos y priorizar, desde la Atención Primaria, a los grupos vulnerables en la aplicación de
nuevos antivirales que administrados de forma precoz reducen el riesgo de progresión a infección grave y de muerte.