Taiwán está en una situación similar con China a la que vivía Ucrania con Rusia. La presidenta ha intensificado la defensa del territorio y acerca posturas con Estados Unidos
La mayor parte de la población del mundo se ha volcado con el ‘no a la guerra’ en Ucrania desde que el pasado jueves 24 de febrero Rusia comenzase la invasión del territorio vecino. La batalla cada vez se recrudece más en el este de Europa y es el foco a nivel internacional, pero en Asia se está produciendo un conflicto similar.Mientras todas las miradas están puestas en Kiev, China observa minuciosamente la guerra en Ucrania. Se mantiene a la espera de todos los movimientos de los organismos internacionales para saber cómo actúan en las situaciones que se están produciendo y valorar la viabilidad de una invasión sobre Taiwán. Pekín ha manifestado en numerosas ocasiones que esta isla no es un país y que es una provincia de China, pero Taiwán reclama su independencia y denuncia las amenazas recibidas en las últimas décadas, que se han intensificado en los últimos años por parte del Gobierno de Xi Jinping. Estados Unidos, el principal apoyo de Taiwán China realiza maniobras periódicamente tanto por aire como por mar para mantener la tensión en el territorio desde hace años y el día que inició la invasión de Rusia, nueve aviones sobrevolaron cerca del espacio aéreo de Taiwán. El desenlace de la guerra en Ucrania y cómo actúe la OTAN, la Unión Europea y demás organismos internacionales podría hacer que China decida emprender una ofensiva o frene sus pretensiones. El poderío militar de China no se puede comparar con el de Taiwán y la defensa de la soberanía del país se basa en el apoyo de Estados Unidos y la OTAN. Al igual que con Ucrania, el país de norteamérica apoya la soberanía de Taiwán y poco antes de que estallara la guerra en Europa, la administración de Joe Biden aprobó la venta de material bélico por valor de 100 millones de dólares para mejorar la defensa antimisiles de Taiwán y «mantener la estabilidad política, el equilibrio militar, la economía y el progreso en la región». Previamente, la administración de Joe Biden ya había aprobado en agosto su primera partida de 750 millones de dólares en armas.El secretario de Estado estadounidense Anthony J. Blinken defendió la postura de Estados Unidos: «Cuando decimos que queremos un Indo-Pacífico libre y abierto, nos referimos a que, a nivel individual, las personas sean libres en su vida cotidiana y vivan en sociedades abiertas. Queremos decir que, a nivel estatal, los países podrán elegir su propio camino y sus propios socios. Y queremos decir, a nivel regional, que en esta parte del mundo los problemas se tratarán abiertamente, las normas se alcanzarán de forma transparente y se aplicarán de forma justa», aseguró el secretario de Estado. Sin embargo, este gran interés de Estados Unidos también está muy influenciado por el intento de frenarla expansión de China por Asia y el sometimiento de muchos de esos países a la potencia liderada por Xi Jinping.Tsai Ing-wen recibe al ex secretario de Estado de TrumpEstas buenas relaciones se han mantenido durante las diferentes administraciones. Este jueves, el homólogo de Anthony J. Blinken durante el mandato de Donald Trump, Mike Pompeo, ha visitado Taiwán para hablar sobre la colaboración y fortalecer vínculos entre Estados Unidos y Taiwán. Además, la presidenta Tsai Ing-wen ha aprovechado la visita de Mike Pompeo para otorgarle la Medalla de la Orden de la Estrella Brillante y Gran Cordón Especial por contribuir al fortalecimiento de las relaciones entre ambos países. A warm welcome to former US Secretary of State @MikePompeo and Mrs. Susan Pompeo. I look forward to exchanging views on how #Taiwan & the #US can further strengthen our partnership going forward. pic.twitter.com/1EQC7YqxbB— ??? Tsai Ing-wen (@iingwen) March 2, 2022Los hombres rana, la primera línea defensiva de TaiwánTaipéi denuncia continuamente las amenazas y sus cuerpos y fuerzas de seguridad se mantienen alerta por lo que pueda hacer China, que está solo a 130 kilómetros de la isla. Solo 14 países del mundo, sobre todo del sur y centro de América, reconocen la soberanía de Taiwán, pero la isla cuenta con su propia Constitución, democracia y ejército. Entre estas fuerzas armadas, una de las divisiones que más importancia tienen en detectar los movimientos de China es la Patrulla de Reconocimiento Anfibio (ARP), que vigilan el estrecho de Formosa, el punto más cercano entre ambos países. Esta sería la primera línea de defensa que se encontraría la ofensiva China en caso de emprender una invasión sobre la isla. Estos soldados son conocidos como los hombres rana y reciben una de las preparaciones más duras del mundo. La vigilancia la realizan mayoritariamente en el mar, de ahí su apodo, y con la invasión de Rusia a Ucrania la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ordenó que se intensificara la vigilancia de la Patrulla de Reconocimiento Anfibio por miedo a una réplica de China en la isla. La presidenta aseguró que deben «continuar fortaleciendo la preparación para el combate de las fuerzas en el estrecho de Taiwán para garantizar la seguridad».China no ha condenado la ofensiva rusa y ha descartado que se trate de una invasión. Xi Jinping se mantiene atento para saber qué ocurre y si es viable una invasión de Taiwán como está haciendo Rusia en Ucrania. No parece que vaya a producirse porque una invasión a Taiwán haría que la ambición de China por ser la primera potencia del mundo se viese afectada. De momento, Pekín observa, pero la alerta y el peligro continúan.

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