Las atribuciones en la historia del arte son como un alumbramiento. En cierto modo, las obras nacen por segunda vez cuando se atribuyen a otro artista diferente al que se venía haciendo por inercia, porque entonces se las ve con ojos nuevos, se abandonan los viejos vicios intelectuales y las abraza un espíritu de descubrimiento. En esta tabla, parte de dentro a la derecha de un ‘Tríptico del Calvario’, se ha obrado el prodigio de nacer de nuevo del que hablaba Nicodemo en el capítulo tercero del Evangelio de San Juan: «¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?»

Frans Francken el Viejo bien lo pudo hacer. Durante… Ver Más

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