Ramón Díaz-Castellanos es el hombre para todo, la mano derecha, del alcalde de Córdoba, José María Bellido, desde su despacho de coordinador de Alcaldía. En 2019, le encargó la presidencia de Emacsa, con Rafael Carlos Serrano, en la gerencia. A Díaz-Castellanos le toca ahora lidiar con una alerta hidrológica y un paquete de inversiones muy potente.

¿Cuál es la situación del abastecimiento que le transmiten?

Estamos en prealerta. El embalse del Guadalmellato está en 66 hectómetros cúbicos y el año anterior tenía 98. La ciudad tiene el agua garantizada para dos años pero la CHG ya está advirtiendo de que poco a poco se reducirá el caudal.

Emacsa tiene una larga trayectoria de no cortar el agua porque se gasta más por el efecto acopio.

Y mantenemos esa política. Salvo que sea estrictamente necesario por imperativo legal. Esperemos no llegar a eso. Pero las precipitaciones no están siendo suficientes.

Ustedes han renovado la red. ¿Se pierde menos agua?

Somos de las empresas con menos fugas de agua en la red. El 6% de 2.200 kilómetros de tubería que tenemos. La media del sector es del 25 al 30. Nuestra política, y la de anteriores presidencias, ha sido renovar, renovar y renovar la red. Damos beneficios y existe el debate de por qué. Pero anualmente invertimos 20 millones de euros sin contar con lo que se hace en cooperación.

¿Qué previsión tienen del cierre económico de 2021?

Beneficios. No muchos, en la línea de otros ejercicios. Estamos cerrando las cuentas pero serán unos tres millones de euros. El consumo bajará un 0,3%. A diferencia de años anteriores, los consumos dejan de desplomarse y eso incide en nuestros ingresos.

El esfuerzo inversor
¿Tienen previsión de mantener esos 20 millones anuales?

La idea es seguir con el esfuerzo
inversor. Se están creando nuevos barrios, el urbanismo sigue funcionando en la ciudad y eso nos obliga a seguir trabajando. Estamos haciendo un especial hincapié en el Casco Antiguo y, específicamente, en el Balcón del Guadalquivir donde vamos a sacar a licitación en unos meses el tanque de tormentas con ocho millones de inversión. En esa zona no hay red separada entre saneamiento y aguas pluviales. Cuando se produce un episodio de lluvias torrenciales se pueden producir evacuaciones al Guadalquivir que no son deseables. En materia de inversión, nos vamos a enfocar en saneamiento porque el abastecimiento está muy desarrollado.

¿Quedan vertidos al Guadalquivir?

Quedan aliviaderos que se crearon para evitar que las tuberías no reventaran por presión. Son cada vez menos y lo que hay que hacer es que no haya ninguno. El tanque de tormentas lo va a conseguir.

El tanque de tormentas obliga a rehacer el Balcón del Guadalquivir.

Irá todo en el mismo contrato: la ingeniería bajo tierra y toda la parte de reurbanización de la superficie de forma que los ciudadanos no perciban que debajo del suelo hay un tanque. Nos hemos reunido con los vecinos para que aporten. Cuando acaben las obras, quedará todo listo.

El responsable de la compañía municipal durante la entrevista con ABC

VALERIO MERINO
¿Cómo quedará la superficie?

Igual que estaba siguiendo el proyecto premiado de Juan Navarro Baldeweg. Estarán las tres mismas fuentes pero en funcionamiento. Será más caro pero la idea merece la pena.

Se acerca el verano. Vuelve el problema de Las Jaras.

Vamos de la mano de la Gerencia de Urbanismo. Se nos solicitó una auditoría que se contrató y estamos a punto de recibir los resultados. Va a poner de manifiesto todas las debilidades de la red interior de abastecimiento y saneamiento. Se lo comunicaremos a los vecinos para dar a conocer el coste de la intervención y dar pasos.

¿Quién pagará esa obra?

Entiendo que al existir una entidad de conservación tendrá que hacerse un reparto porcentual de los costes. Como cualquier obra de una junta de compensación.

¿Han adelantado en la depuración de Trassierra?

El trazado original de conexión con la red pasaba por suelos privados y protegidos por un BIC y en Cultura nos hicieron ver que no era posible dar permiso. Tras muchas reuniones, se ha alcanzado un acuerdo con la Junta y la Diputación para un trazado ubicado junto a la actual carretera. Por allí pasará la nueva tubería de saneamiento y abastecimiento. Nos entregan en breve el proyecto y lo mandaremos a Diputación y Junta para sus informes. La Junta pagará en torno al 50%, unos seis millones, y Emacsa, otros seis. La solución es menos problemática.

¿Y la conexión de Cerro Muriano?

La Junta ha adjudicado la redacción del proyecto. Una vez que la tengan, licitan las obras. En ese momento, conectaríamos hasta la entrada de las Las Jaras con un depósito intermedio en Los Villares. Cuando ellos adjudiquen las obras, nosotros haremos lo mismo. Costará 1,2 millones para un kilómetro.

«La conexión con Trassierra ya está diseñada y la Junta pagará la mitad de los 12 millones que cuesta»

¿Hay mucha conexión de servicios en las parcelas?

Hay muchas consultas, eso seguro. Pero ahí estamos en manos de Urbanismo. Cuando ellos aprueban un Asimilado al Fuera de Ordenación (una forma de regularizar las parcelaciones), nosotros entramos en acción. Si ellos no dan el visto bueno, no.

¿Mantienen el proyecto del anillo de agua no potable para riegos?

La primera fase, que une La Asomadilla con el Parque Cruz Conde, ya está puesta en marcha. Queremos desarrollar el anillo integral y tenemos dos alternativa. La primera es presentarlo a los Next Generation que lo tenemos contemplado. Esa segunda parte cortaría en perpendicular la conducción que realizamos en la primera fase. La segunda alternativa es hacerlo de forma conjunta con el Ayuntamiento. Estamos trabajando en un proyecto más pequeñito para llevar la fase que ya existe hasta el Jardín Botánico para que se pueda regar de esta manera. El sistema de agua no potable es clave ahora porque la ciudad va a tener más zonas verdes. Queremos usar también el canal del Guadalmellato para esta finalidad.

¿Qué aspiran a colar en los Next Generation?

Todo lo que podamos (risas). Fundamentalmente, dos inversiones. Los cuatro tanques de tormentas (no son tan grandes ni tan caros pero son precisos) que queremos hacer en otras partes de la ciudad y el sistema general de riego con agua no potable completo.

El anterior puesto de Díaz-Castellanos fue coordinador general de Alcaldía

VALERIO MERINO
Acaban de tomar la decisión de realizar una fuerte inversión en la reforma de la sede de Emacsa creando su propio espacio de convenciones.

Pues fundamentalmente porque tenemos una carga relevante de actos formativos propios e institucionales que nos obligan a alquilar salas en hoteles. Además, tenemos un número de metros cuadrados para tener un salón de actos propio y un espacio formativo. Vamos a realizar la obra ya.

Van a reformar a fondo el espacio de atención al público presencial.

La verdad es que el canal que más está creciendo es el telefónico en servicio de atención al público. El presencial ha bajado pero es un mensaje que hemos querido mandar: el servicio no va ligado a la presencialidad. El Covid nos ha obligado a contar con nuevos canales y tenemos que potenciar la tecnología más allá de que haya clientes que tengan que venir. Hemos puesto un cajero automático para evitar las farragosas colas que había en la entidad financiera que gestiona los cobros, Cajasur, como en nuestra sede.

«Presentaremos la red de agua no potable para riego a la primera convocatoria de los Next Generation»

¿Cómo está funcionando el bono social para familias desfavorecidas?

Ha crecido. De hecho, han crecido también todos aquellos concepto que tenemos bonificados como el de las familias numerosas. En 2021, se atención a 1.028 familias por 151.000 euros. Estamos muy en contacto con la Delegación de Servicios Sociales. Teníamos el problema de que, desde que la familia era atendida en Servicios Sociales, hasta que nos llegaba el mensaje de «no cortar el agua» pasaba mucho tiempo. Se ha creado un protocolo que está funcionando bien. Las facturas ya tienen un código concreto para que, quien llegue en esta situación, se detecte rápido.

¿Han conseguido que mucha gente pase del contador comunitario al colectivo?

Es un trabajo en el que nos hemos reunido con los gestores de fincas, con las asociaciones de fontaneros, con todo el que hemos podido. Pero, al final, es una cuestión que depende de las comunidades de propietarios donde se necesita una mayoría de votos. A la compañía, honestamente, le conviene el contador individual.

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